lunes, 21 de abril de 2014

El valor de la amistad.

¡FELIZ CUMPLEAÑOS, NANCY CRISTINA!


“La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.”
                   Aristóteles

  Una tarde monótona, bajo la sombra de un enorme caro,  el discípulo curioso se mantenía reunido con su maestro; éste último le hablaba a su aprendiz acerca de la amistad y las decepciones:
     _ ¿Qué sería una decepción para una rosa?_ Pregunta calmadamente el anciano maestro.
    _ No lo sé._ Responde el discípulo con aire aburrido.
    _ Alguna vez conversé con una rosa y llego a decirme que desde el mismo día en que fue abandonada en el jardín y dejo de ser atendida y regada sufrió un serio sentimiento de abandono. Por días permaneció allí, llena de fe, esperando fervientemente ser atendida como antes... _ El maestro hizo una pausa deliberada.
    _ ¿Y entonces que paso con la rosa, maestro?
    _ Sabía que lo ibas a preguntar, apreciado discípulo. Pues bien, la rosa paso los días tratando de mostrar su máxima exuberancia, tratando de atraer y ser sacada del abandono. Incluso un día, en que soplaba un fuerte viento, abrió sus pétalos exhibiendo su beldad, y justo en ese momento el viento empujo su tallo hacía la mano, hiriendo accidentalmente la piel. Con dolor recordó haber oído cuando le espetaron: <<Maldita Rosa>>, aún cuando estaba intentando embelesar.
     _ ¿Y después que paso con la rosa?_ Replicó el alumno con cara entre afligido, conmovido y fisgón.
     _ ¿No puedes imaginarlo y deducirlo, retoño? Pasaron los días y la rosa murió, el desamor acabo con su belleza exuberante y atentó contra su vida. Fin de la metáfora.
    _ ¿Y eso que significa, maestro?_ Dijo confundido el discípulo.
      _ La rosa, apreciado retoño, es el amor de un amigo. Amor que es necesario cultivar, atender. Quizá parezca exigente, pero yo con mis laaaaaargos añotes te digo que con el simple hecho de no abandonarla es suficiente, la amistad es uno de los sentimientos más profundos y valiosos para un hombre, más aún para un futuro guerrero, como tú. Así que no permitas dejar morir la rosa, honorable discípulo, porque si...
    El discípulo se levanto de repente del Seiza*, desesperado, y echó a correr a toda velocidad por la pradera en dirección al caserío ubicado en la zona sur. Complacido de lo que ve, el anciano maestro grita:
   _ A dónde iras tan apresurado, joven guerrero?
   _ ¡A no permitir que mi rosa muera!

               Fin


   
*Seiza = La traducción literal del japonés es “correcto sentar”. Se refiere especialmente a la forma tradicional de sentarse de los japoneses, con las nalgas reposando sobre los talones y los empeines puestos en el suelo; la espalda recta y las manos en el regazo.

En honor a Nancy Cristina.

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