miércoles, 24 de agosto de 2016

Don José


Vi edificarte una obsesión
por vocación deportiva
persiguiendo nombres
en la línea del tiempo
derribando azares
sin entender tus fines
exhibiendo la ofuscación
y sus vértices
cuestioné tu proceder
pero vamos;
todo el mundo lo hizo
sobre todo con esta itinerancia
de ver la paja en el ojo
del vecino,
digamos que tejiste
tus dramas
como el arquetipo universal;
pero fuiste fiel a tu idea
a la veta
al espejismo
hasta una conclusión realista
leal hasta el pesimismo
destripando el nervio
descarnándote
desplazándote;
no es común arrojarse
estoico al delirio
y después aceptar
la soledad con dignidad,
ojalá existieran más Don José
que izasen el amor
con su ejemplo,
desafiando las reglas
con irreverente humildad,
ya sabes,
como quien comprende
que no hay más elecciones
que romperlas.
Ojalá solo sorteáramos
la frivolidad
dejaría de ser la fachada
una moda;
dejaría de ser la ética y la estética
solo dilapidaciones kantianas
esos debates incoercibles
de los artistas,
dejaríamos de pintarnos
necesidades
y empezáramos a sondearnos
la propia identidad
conscientes que los siglos pasan
con las mismas preguntas
en el aire;
pero entiendo Don José,
que tú como muchos
no viniste a cambiar el mundo,
cuando mucho la cena
de eso se trata
la filosofía,
y la poesía.



* Inspirado en la novela de José Saramago "Todos los nombres" publicada en 1997.

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