viernes, 4 de agosto de 2017

Otro.

"Qué fácil ser mamarracho."
        J
uan Rojas (@Hwangcho)

Tarde de lluvia. El recuerdo es una puñalada mental, mientras la soledad se esparce como humo denso por la oficina y lentamente va llenando todos los espacios. Algo que no se dice corrientemente es que la compañía no es una cura, hay otros revoloteando, hay palabras perdidas, algo de risa; pero sin desvanecerse la ausencia. El pensamiento inquieto palpita sin poder procurarse una trinchera. Los ojos escasos de luz, miran fijamente sin enfoque, fabricándose anatemas.

El optimismo no es una opción. Total, ni se piensa, solo se respira. No hay consuelos parciales, solo ese ardor perenne después de la quemada. Hay que tejer una fachada frente a la ruina, no exponerse es una prioridad. DolarToday es una laceración segura y todos hablan de ello. Hay una mezcla de culpa y rabia, un despecho de muchas cabezas, una incomodidad que debe aceptarse como propia, no existen maneras de escurrírsela.

Existe un fondo en el negro sellado de la mente, en el acumulamiento de cadáveres de pensamientos, “todo termina en lágrimas” y en silencio. Prosigue el repaso mental de “Halo on Fire” de Metallica y las esquirlas invisibles se ven cayendo, el propio cuerpo se va descomponiendo, afuera todo parece seguir su curso. He vivido antes otras muertes similares.


Reconozco esta apatía: una gota condensada no tiene más opción que caer al vacío.