miércoles, 30 de abril de 2014

¿Cambiar al mundo?

Et in Arcadia Ego por Nicolas Poussin.
  
  En una antigua lápida de un monje anglicano había un epitafio que rezaba lo siguiente:

   "Cuando era pequeño soñaba con cambiar el mundo; en mis años de mocedad comencé a prepararme para ello; en mi etapa adulta comencé a intentar cambiar el mundo, al no poder lograrlo dirigí mis esfuerzos para cambiar a mi país, pero después de muchos intentos infructuosos, entonces decidí avocar mi talento para cambiar mi familia, lo cual me llevó a la vejez sin lograr mi objetivo... Y fue solo a las puertas del sepulcro que comprendí que tal vez si hubiera empezado por cambiarme a mi mismo, tal vez también habría podido cambiar a mi familia, a mi país y posiblemente al mundo."

Anónimo. Siglo XIX

Rayuela entre saxofones.

   

   Julio Cortázar ostentaba irreverencia literaria con sus letras que iban y volvían haciendo entropía en la mente del lector que intentaba perseguirlo. Entre tanto soslayar se colaban por su linderos algunos fulgores de saxofones y guitarras; algunas veces como una sutil cita en concordancia con los sentimientos de sus personajes, otras veces como silenciador de los vacíos existenciales. 

   Los fulgores de Cortázar eran ápices de saxofones y notas que en el lenguaje abstracto del surrealismo le servían como cimento y libertad para invitar al lector a improvisar, tal cual como la elemental característica del jazz.

Anexo: Rayuela, Capítulo 13.
Fondo: Ella Fitzgerald - All of me.
Imagen: Louis Armstrong por Leonid Afremov
Soundcloud: jokerdroid

El ritmo de la noche.

Nox et melodiam

             
 

    Taciturna y noctívaga, la elegancia de un saxofón derrama notas por el silencio. Suave y metódica transcurre la melodía con una probidad que quiebra el vacío. ¡Qué grandioso invento de la humanidad!


    “Is you is or is you ain´t my baby?” Le dice Louis Jordan a su pretendida, y todos la critican por la extravagancia del pretendiente, Ella Fitzgerald les responde a todos: “ain´t nobody´s business but my own”, pero cuando se acaba y sobreviene la tristeza irrumpe en ella el “empty bed blues” de Bessie Smith.



    Satchmo, su trompeta y el virtuosismo de la improvisación algunas veces entusiasman a la noche, algunas otras la encaminan a la melancolía que emula una afanosa tormenta. Pero la maestría del contrapunto con un vibrato impetuoso la ofrece Johnny Dodds, expresión que osa suavizar con un dulce clarinete.

           

    Hombres y mujeres de matices epidérmicos opuestos pero genio incalculable, florecen en nutrimento de swing de la noche con primicias musicales a la altura de Bix Beiderbecke y un piano creador y etéreo como el de Ray Charles. A propósito de colores, la noche sirve también como lienzo para asociar colores con sentimientos “Hues of blues and greens surround me… Green with envy for another” nos dice Miles Davis.



  Charlie Parker con tempos vertiginosos y un saxofón impecablemente sugerente, le cuchichea en el oído a una fémina “Oh, Lady be good” y Norah Jones le contesta en una mezcolanza  de ilusión e incredulidad “Come away with me and we'll kiss on a mountain top/ Come away with me and I'll never stop loving you…”



   Desfilan en juerga pianos y saxofones, trompetas y panderetas, xilófonos y baterías, guitarras y clarinetes, bajos y contrabajos, violoncelos y trombones, tubas y vibráfonos, órganos y voces que delimitan la vida y sus fenómenos, los júbilos y los abatimientos en el mutis que les sirve de sostén.

   
    Y siempre es la noche la que le enviste elegancia al Swing, al Bebop, al Cool, al Free y al Fussion con sus casi inconmensurables vertientes. Todas esas soberbias conjugaciones que solo son posibles en el argot vehemente y profundo de la noche, ergo todas convergen en un solo nombre: JAZZ.
TheJokerDroid's Jazz Sesion album on Photobucket
     
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Día Internacional del Jazz.

           

lunes, 28 de abril de 2014

No hay soledades sin historias.

    Desde la lejanía infranqueable hay una invitación a tomar merlot, de esas que no provoca declinar como otras tantas en que ha resultado cotidiano.
   
    La oferta tentadora se desvanece como las palabras de áquel filósofo: "liebe is für alle da..." no hay soledades sin historias.
    
    Otro filósofo decía: "Partagez votre solitude avec la même solitude..." pero  esta ocasión se hace virar y queda anclado el placar.
   
    Y las letras siempre terminan ofreciendo su hombro que no quiebra ni erosiona, en el anclaje ruín en que Bécquer aclamaba la subsistencia de la poesía ante lo convulso y relente.

    "I'm with you." dicen...


Old Snake. Metal Gear Solid.

miércoles, 23 de abril de 2014

De Borges y los libros.

    Otro de mis amigos, el gran Jorge Luis Borges nos heredó en su libro “El Hacedor” publicado en 1960, el subsiguiente poema que considero una oda a los libros y la literatura. Creo que en esta madrugada de insomnio y posterior al Día Internacional del Libro vale la pena recordarlo.




Poema de los dones.

Nadie rebaje a lágrima o reproche 
esta declaración de la maestría 
de Dios, que con magnífica ironía 
me dio a la vez los libros y la noche. 

De esta ciudad de libros hizo dueños 
a unos ojos sin luz, que sólo pueden 
leer en las bibliotecas de los sueños 
los insensatos párrafos que ceden 
las albas a su afán. En vano el día 
les prodiga sus libros infinitos, 
arduos como los arduos manuscritos 
que perecieron en Alejandría. 

De hambre y de sed (narra una historia griega) 
muere un rey entre fuentes y jardines; 
yo fatigo sin rumbo los confines 
de esa alta y honda biblioteca ciega. 

Enciclopedias, atlas, el Oriente 
y el Occidente, siglos, dinastías, 
símbolos, cosmos y cosmogonías 
brindan los muros, pero inútilmente. 

Lento en mi sombra, la penumbra hueca 
exploro con el báculo indeciso, 
yo, que me figuraba el Paraíso 
bajo la especie de una biblioteca. 

Algo, que ciertamente no se nombra 
con la palabra azar, rige estas cosas; 
otro ya recibió en otras borrosas 
tardes los muchos libros y la sombra. 

Al errar por las lentas galerías 
suelo sentir con vago horror sagrado 
que soy el otro, el muerto, que habrá dado 
los mismos pasos en los mismos días. 

¿Cuál de los dos escribe este poema 
de un yo plural y de una sola sombra? 
¿Qué importa la palabra que me nombra 
si es indiviso y uno el anatema? 

Groussac o Borges, miro este querido 
mundo que se deforma y que se apaga 
en una pálida ceniza vaga 

que se parece al sueño y al olvido. 



***


    Para los lectores apasionados es fácil confundirse entre la realidad y el universo literario. Pero...
   ¿Por qué tan serios?



Fuente del Video: Borges Recitales
.pdf del libro "El Hacedor" de Jorge Luis Borges: aquí

Otras definiciones de libro.


Día Internacional del libro.

He decidido buscar en el diccionario de las metáforas la palabra Libro, y aquí comparto el resultado de la búsqueda:

Libro.
(Del lat. Liber, libri).

1.- m. Dícese del instrumento con que la mente viaja más rápido que el transbordador hipotético de Einstein a los trescientos mil kilómetros por segundo de la velocidad de la luz.
2.- m. Artilugio en el que se hacen utopías consumadas.
3.- m. Trasto donde convergen tangentes con paralelos y hacen armonización las coordenadas con las abscisas.
4.- m. Utensilio con el que se conmemoran todas las ideas perennes e imperecederas.
5.- m. Artefacto con el que se le hace justicia a los amores, al conocimiento, a las cosmogonías, a las ideas, a la fe.
6.- m. Trebejo que sirve de cebador para que surjan ideas en la mente de un tercero.

~ de guerra.
1.- f. Arma exterminadora instituida por la humanidad para vencer su carácter efímero y mortal.

~ de pasado.
1.- m. Creación donde se recrean las noches, los trasnochos y las velas de los escritores de antaño.
2.- loc. verb. Esforzar el carácter anacrónico de un individuo.

~ viaje.
1.- f. Dícese de la puerta a otras dimensiones.
2.- m. Aparato con el que se viaja a la mente de otra persona.

~ principio.
1.- f. Muesca que da origen a la ucronía.

~ de filosofía.
1.- m. Conjunto donde están contenidas las tesis y las antítesis.

~ de educar.
1.- f. Dícese de la unidad fundamental del conocimiento.


Fuente: Diccionario de las Metáforas© Todos los derechos reservados.

lunes, 21 de abril de 2014

El valor de la amistad.

¡FELIZ CUMPLEAÑOS, NANCY CRISTINA!


“La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.”
                   Aristóteles

  Una tarde monótona, bajo la sombra de un enorme caro,  el discípulo curioso se mantenía reunido con su maestro; éste último le hablaba a su aprendiz acerca de la amistad y las decepciones:
     _ ¿Qué sería una decepción para una rosa?_ Pregunta calmadamente el anciano maestro.
    _ No lo sé._ Responde el discípulo con aire aburrido.
    _ Alguna vez conversé con una rosa y llego a decirme que desde el mismo día en que fue abandonada en el jardín y dejo de ser atendida y regada sufrió un serio sentimiento de abandono. Por días permaneció allí, llena de fe, esperando fervientemente ser atendida como antes... _ El maestro hizo una pausa deliberada.
    _ ¿Y entonces que paso con la rosa, maestro?
    _ Sabía que lo ibas a preguntar, apreciado discípulo. Pues bien, la rosa paso los días tratando de mostrar su máxima exuberancia, tratando de atraer y ser sacada del abandono. Incluso un día, en que soplaba un fuerte viento, abrió sus pétalos exhibiendo su beldad, y justo en ese momento el viento empujo su tallo hacía la mano, hiriendo accidentalmente la piel. Con dolor recordó haber oído cuando le espetaron: <<Maldita Rosa>>, aún cuando estaba intentando embelesar.
     _ ¿Y después que paso con la rosa?_ Replicó el alumno con cara entre afligido, conmovido y fisgón.
     _ ¿No puedes imaginarlo y deducirlo, retoño? Pasaron los días y la rosa murió, el desamor acabo con su belleza exuberante y atentó contra su vida. Fin de la metáfora.
    _ ¿Y eso que significa, maestro?_ Dijo confundido el discípulo.
      _ La rosa, apreciado retoño, es el amor de un amigo. Amor que es necesario cultivar, atender. Quizá parezca exigente, pero yo con mis laaaaaargos añotes te digo que con el simple hecho de no abandonarla es suficiente, la amistad es uno de los sentimientos más profundos y valiosos para un hombre, más aún para un futuro guerrero, como tú. Así que no permitas dejar morir la rosa, honorable discípulo, porque si...
    El discípulo se levanto de repente del Seiza*, desesperado, y echó a correr a toda velocidad por la pradera en dirección al caserío ubicado en la zona sur. Complacido de lo que ve, el anciano maestro grita:
   _ A dónde iras tan apresurado, joven guerrero?
   _ ¡A no permitir que mi rosa muera!

               Fin


   
*Seiza = La traducción literal del japonés es “correcto sentar”. Se refiere especialmente a la forma tradicional de sentarse de los japoneses, con las nalgas reposando sobre los talones y los empeines puestos en el suelo; la espalda recta y las manos en el regazo.

En honor a Nancy Cristina.

domingo, 20 de abril de 2014

La metáfora es nuestra.

El Gabo.

Nosotros hablamos de pescaditos de colores, y hormigas míticas que se comen herederos de familias con apellidos “buongiornos”. Nosotros escribimos anécdotas de vida y de muerte, en barcas salvadoras de naufragios o en misivas que se van acumulando en el tiempo. Nosotros garabateamos amores verdaderos e incólumes que nacen en la senectud. Escribimos también de ancianos olvidados que en medio de la fantasía experimentan el desasosiego de la espera y como la misma es tediosa y aburrida, nos gusta hacer saltos en la línea del tiempo. Nosotros hablamos con total cotidianidad de la geofagia y de la esquizofrenia vívida. Nosotros exhibimos con naturalidad nuestras cuencas de ignorancia para delimitar el alma de los pueblos. Nos gusta narrar triángulos amorosos con antonomasia.

Platón solía describir al tiempo como una imagen móvil de la eternidad y nosotros con maestría lo hemos sabido maniobrar; hasta podríamos decir que ha quedado inserto nuestro recado para la infinitud.

Aunque nuestro carácter efímero nos arranque de la nada y sin previo aviso de nuestro hábitat creador, seguimos siendo los eternos propietarios de la metáfora y del símil literario; con un orgullo tenaz de latinoamericano que sabe hacernos universales en la deidad omnipotente de las letras.

Nosotros poseemos la sensibilidad genuina y la honradez tremenda de no abandonar a las clases olvidadas aunque el mundo nos enaltezca, y nos aventuramos a contar historias que otros no se atreverían a confesar. Nosotros hacemos gala de una sabiduría humilde a la intemperie del autoproclamado sofismo del prójimo contemporáneo y extemporáneo. Nunca perdemos nuestra esencia e identidad, no olvidamos que venimos de Aracataca o de Macondo, ni que aprendimos a “comer mierda”.

Nosotros nos llamamos Gabriel García Márquez, nos convertimos en latinoamericanos ecuménicos, nos hacemos con el Premio Nobel de Literatura, conquistamos la controversia con nuestra genialidad y hoy nos tocó aprender a decir adiós ante la muchedumbre apesadumbrada.


Somos los dueños de la metáfora que es una quimera de las letras, hecha por y para nosotros: mestizos de razas quiméricas.

miércoles, 16 de abril de 2014

El día que gobiernen los poetas...

"Yo sigo siendo tan inocente que, me sigue alumbrando la bendita esperanza de que un día los poetas gobernarán el mundo."
                                         Facundo Cabral.

Orquídea, Flor Nacional de Venezuela.


    Andrés Eloy Blanco, el prolífico poeta(tristemente olvidado) de mi país (Venezuela) y genio de las letras en efecto nunca gobernó pero con su antología poética supo dibujar elegantemente el alma nacional con sus relieves altos y bajos, habría gloria para un político que pueda hacerlo tan soberbia y estéticamente.


    Aquí comparto un poema de mi amigo Andrés Eloy Blanco llamado Juan Bimba y que precisamente nos representa en sus divinas conjugaciones:

1930:
Juan Bimba
es el hombre del pueblo de Venezuela.
Se llama Pedro Ruiz,
Juan Alvarez,
Natividad Rojas,
pero se llama Juan Bimba.

Es buena persona;
puede matar pero no roba nunca.
Su malicia no es mala,
nace del mal que le han hecho
y por eso Juan Bimba lo dice todo a medias
les echa media mirada a las cosas,
se masca su tabaco y su verdad y traga.

Su bellaquería
le asoma a esa mirada que es todo él,
esa mirada candorosa,
con su punto de burla,
y su punto de susto,
y su punto de bobería
y su punto de desolación
y su punto de amenaza.

Su alegría está reglamentada
como el tráfico
y cuando se ríe de un todo
es con permiso del gobierno.

Tenía veinte caballos;
la Revolución le llevó diez;
para perseguirla,
el Gobierno se llevó los otros diez;
y cuando no tuvo nada
se lo llevaron a él.

Pelea por un hombre a quien no ha visto nunca;
tiene fiebre,
hambre,
cansancio,
y no sabe llorar.

Cuando llega a Comisario
se quita el nombre de Juan Bimba
y va tomando grados
hasta la honradez de General.

Va por las calles y los campos
en una tierra enferma de heroísmo,
viendo estatuas,
saludando con su media sonrisa
a los generales de bronce
a los coroneles de mármol.

Tiene una vaga idea
de Independencia y Federación;
ama a Páez, sin saber por qué
-acaso subconciencia de afinidad-;
ama a Bolívar
con vago temor de no reconocerlo;
ama al extranjero;
no es fanático, -tanto le llega
de Dios como de la Federación-;
tiene madera para pueblo grande,
sufre, en color de pueblo el cloasma del jefe.

Y en su honrada mano
la bandería es un vitíligo.

Sin embargo, no odia más que al Jefe Civil.
Le hemos dicho que él es dueño de esta tierra
y dice que no le hablen de política.
Se va acercando al libro y le acaricia el lomo,
como si temiera espantar un caballo.

Un día lo embridará; ese día
lo saludarán las estatuas.

2000: Juan Bimba y su primo Juan Shonfeld
van al campo.
Ríen alto; en el fondo de su risa
van a buscar los hombres la llave de las tierras.
Vienen del gran rodeo; bajo sus largas sogas
ha caído el rebaño de caballos de bronce.


    Nada más que decir.

El estoicismo de la fulana vida.

Decía John Lennon, y no sin exigua razón, que: “La vida es todo eso que te va ocurriendo mientras tú te empeñas en hacer planes.” Resulta eternamente curiosa la disposición primitiva que tiene el hombre de procurar tomar el control de todas los escenarios que le bosquejan el fenómeno que llamamos vida.
           
La vida entonces viene a ser entonces una página de referencias con líneas y garabatos,
 que suben
 irregulares,
que bajan
difuminadas,
que circundan
secuelares,
que zigzaguean
esfumadas.
Algunas páginas tienen colores, en otras se observa el sombreado y la escala de los grises.

Mi amigo Mario Benedetti hacía una metáfora de la vida con un Bandoneón y yo hasta ahora no he encontrado otra definición más bella al asunto, aunque es una alusión bastante bohemia:



me jode confesarlo
pero la vida es también un bandoneón
hay quien sostiene que lo toca dios
pero yo estoy seguro que es troilo
ya que dios apenas toca el arpa
y mal

fuere quien fuere lo cierto es
que nos estira en un solo ademán purísimo
y luego nos reduce de a poco a casi nada
y claro nos arranca confesiones
quejas que son clamores
vértebras de alegría
esperanzas que vuelven
como los hijos pródigos
y sobre todo como los estribillos

me jode confesarlo
porque lo cierto es que hoy en día
pocos quieren ser tango
la natural tendencia
es a ser rumba o mambo o chachachá
o merengue o bolero o tal vez casino
en último caso valsecito o milonga
pasodoble jamás
pero cuando dios o pichuco o quien sea
toma entre sus manos la vida bandoneón
y le sugiere que llore o regocije
uno siente el tremendo decoro de ser tango
y se deja cantar y ni se acuerda
que allá espera
el estuche.

     La vida es esa idea que se nos va fugando constantemente de la imaginación, que etéreamente resulta antagónica entre felicidad y tristeza, entre suficiente e insuficiente, entre conocimiento e ignorancia. La vida lo es todo y lo es nada, y por eso no se debe olvidar:
¿Por qué tan serio?



Cocinando con sirenas (La receta para un buen asado).

"Sin la música, la vida sería un error."
                               Fiedrich Nietzsche.

Cualquier fórmula es pertinente mientras se decide elaborar un asado, lo relevante es el repertorio de voces de sirenas que ambientan el ánimo culinario y ponen el punto y aparte al sazón.

1.- Corinne Bailey Rae - Closer.
2.- Norah Jones - Fever.
3.- Areta Franklin - Respect.
4.- Christina Aguilera - The Voice Within.
5.- Natalia Lafourcade - Elefantes (acústica).
6.- Bessie Smith - Empty Bed Blues.
7.- Monseiur Periné - La Playa.
8.- Norah Jones - Turn me on.
9.- Corinne Bailey Rae - Till It Happens to You.
10.- Monseiur Periné - Bésame mucho.
11.- Natalia Lafourcade - Te quiero dar.
12.- Bessie Smith - Nobody Knows You.
13.- Cristina Aguilera ft. Andrea Bocelli - Somos novios.
14.- Eden Sarah Brightman - Time to say goodbay.
15.- Eydie Gormé - Piel Canela.
16.- Aretha Franklin - Spanish Harlem.
17.- Norah Jones - Sunrise.
18.- Corinne Bailey Rae - Put your records On
19.- Eydie Gormé - De repente.
20.- Mecano - Me cuesta tanto olvidarte.
21.- Aretha Franklin - I Say a Little Player.

Ni una pista más, ni una pista menos y
¡Whoalá!
a mí me ha resultado genial.

martes, 15 de abril de 2014

Dieciséis de Abril.



Hoy es dieciséis de abril, un número aleatorio como cualquier otro y tal vez insignificante para la mayoría. Hoy es dieciséis de abril y no hace falta decir algo más que no sepa decir la canción...



Artistas: Monseiur Periné (Bogotá - Colombia)
Pista: Sabor a mí.
Compositor: Álvaro Carrillo.


Tanto tiempo disfrutamos
este amor,
nuestras almas se acercaron
tanto así,
que yo guardo tu sabor
pero tú llevas también
sabor a mí.

Sí negaras mi presencia
en tu vida,
bastaría con abrazarte
y conversar,
tanta vida yo te di
que por fuerzas llevas ya
sabor a mí.

No pretendo ser tu dueño
no soy nada,
yo no tengo vanidad,
de mi vida doy lo bueno
soy tan pobre ¿qué otra cosa puedo dar?

Pasarán más de mil años,
muchos más
yo no sé sí tenga amor,
la eternidad
pero allá tal como aquí
en la boca llevarás
sabor a mí.

El corolario de la idiotez humana.


En el infierno, en una asamblea ordinaria entre los distintos demonios, zares de cada unas de las locaciones del inframundo; estaba siendo discutido el corolario de las inquisiciones demoníacas en la historia de la humanidad.

De pronto, en el centro de la hoguera principal, se visualizó en la superficie de la tierra a un hombre quien sobreexcitado escribía un pergamino y agradecía al cielo. Los demonios al unísono se interesaron por la expresión de aquel hombre y fueron tras él. El hombre terminó de escribir el papiro y se echó a correr por la muchedumbre  y aunque Belcebú, Asmodeo, Amón y Leviatán lo persiguieron, no pudieron alcanzarlo cuando este alcanzó a asilarse en el templo.

         Trémulos regresaron al infierno, donde vieron a Lucifer, el Rey de las Tinieblas, inmutable mirando al centro de la llamarada.
_ Pero… ¿Qué hace, su majestad? ¿No se ha interesado por ese humano? - Preguntó Leviatán, demonio de la envidia.
_ Por supuesto que sí. Lo he visto todo desde aquí.- Respondió Lucifer con senectud.
_ Pero su majestad, ¡se ha escapado! – Replicó Amón, demonio de la ira.
_ En efecto y mejor que así haya sido. – Se dibujaba una sonrisa maliciosa en la tez de Lucifer.
         _ ¿Y no le preocupa? ¡Ese humano tenía un trozo de la verdad! – Apuntó desesperado Belcebú, de

monio de la gula.
         _ De ninguna forma, todo lo contrario. Ese humano con ese trozo de verdad creará una religión y salvará su alma, es verdad. Pero nos entregará a cambio millones de almas que seguirán esa religión de forma nimia y asesinarán en su nombre. – Replicó magistralmente Lucifer.
         _ ¡Es cierto! JA, JA, JA, JA, JA. – Contestaron al unísono los demonios.


Boceto medieval de la quema de los Templarios
Y aquella asamblea, culminó en una gran fiesta con razones suficientes para celebrar.

La cosmogonía del aprendizaje. Una crítica sesuda a la ciencia moderna


En medio del irrazonable torbellino de ideas que hacen hábitat en mi percepción, he decidido que mi primera entrada formal de este blog sea una crítica jokeriana* al discípulo moderno, para ello recomiendo al visitante la lectura de la primera parte del cuarto capítulo de la novela del literato español Pío Baroja, “El árbol de la ciencia” publicada en 1911, sección que lleva por nombre Plan Filosófico.
           
            Para quienes deseen obtenerla en formato .pdf, les dejo un enlace de descarga aquí

Es en epítome y parafraseo una encriptada conversación que sostiene Andrés Hurtado – el protagonista de la novela -  con su tío Iturrioz, un vasco de arraigado pensamiento academicista y conservador.

El primer trazado de la conversación hace alusión a las rutas de aprendizaje en las ciencias modernas, en las cual el dicente es considerado un archivo vacío donde se debe descargar información en forma más o menos desordenada. El docente por su parte es un ente aleatorio, y por sobre todas las cosas una montaña importante de arrogancia sobre la cual impone sus visiones socavando la manumisión intelectual. Para estos últimos las libertades van y vienen; así como sus salarios y jubilaciones, propio de las profesiones enarboladas límpidamente por el capital y no por la pasión.

Para Andrés, que en este caso tiende a exhibir una filosofía jokeriana; es importante conservar en la máxima expresión que le sea posible su autonomía, teniendo en apartheid al trabajo. Bien lo expresa con su frase: “no se paga el trabajo, sino la sumisión. Yo quisiera vivir del trabajo, no del favor.”

El segundo punto debatido hace alusión a la enmarcación del pensamiento que para Iturrioz desde su visión cautelosa, debe tener alguna estructuración puntualizada y para Andrés no es más que una disidencia total de los criterios insustancialmente tomados como preestablecidos; siendo esto último un postulado propio de la Crítica a la Razón Pura de Inmanuel Kant. En forma hibrida (y sin perder la armonía), Andrés hace una combinación poco rigurosa con el negativismo de Arthur Schoppenhauer al afirmar:  

“¿Y qué?  Uno tiene la angustia, la desesperación de no saber qué hacer con la vida, de no tener un plan, de encontrarse perdido, sin brújula, sin luz a donde dirigirse. ¿Qué se hace con la vida? ¿Qué dirección se le da? Si la vida fuera tan fuerte que le arrastrara a uno, el pensar sería una maravilla, algo como para el caminante detenerse y sentarse a la sombra de un árbol, algo como penetrar en un oasis de paz; pero la vida es estúpida, sin emociones, sin accidentes, al menos aquí, y creo que en todas partes, y el pensamiento se llena de terrores como compensación a la esterilidad emocional de la existencia.”

 desprendiéndose de aquí la separación más o menos esquemática de las actitudes científicas en dos tipos de corrientes: lo práctico y lo teórico.

           
Es usual que un gran grupo de intelectuales prefiera instituir el conocimiento y su proceso de obtención bajo un sentido totalmente flemático: esto hace que su forma de pensamiento sea ordenada y, como lo esboza Iturrioz, enmarcada en vía de una estructura que solapadamente se acepta. No en vano gran porción de los avances categóricos de la ciencia (incluyendo sus métodos) han sido encajados por pragmáticos. Para ilustrar la organización pragmática del pensamiento, citaré una fracción del diálogo creado por el gran Sir Arthur Connan Doyle en “El estudio en Escarlata” donde hace sugerencia grandilocuentemente  a la forma de razonar del señor Sherlock Holmes:

“Yo creo que, originariamente, el cerebro de una persona es como un pequeño ático vacío en el que hay que meter el mobiliario que uno prefiera. Las gentes necias amontonan en ese ático toda la madera que encuentran a mano, y así resulta que no queda espacio en él para los conocimientos que podrían serles útiles, o, en el mejor de los casos, esos conocimientos se encuentran tan revueltos con otra montonera de cosas, que les resulta difícil dar con ellos. Pues bien: el artesano hábil tiene muchísimo cuidado con lo que mete en el ático del cerebro. Sólo admite en el mismo las herramientas que pueden ayudarle a realizar su labor; pero de éstas sí que tiene un gran surtido y lo guarda en el orden más perfecto. Es un error el creer que la pequeña habitación tiene paredes elásticas y que puede ensancharse indefinidamente. Créame llega un momento en que cada conocimiento nuevo que se agrega supone el olvido de algo que ya se conocía. Por consiguiente, es de la mayor importancia no dejar que los datos inútiles desplacen a los útiles.”

           
El pensamiento tersamente teórico tiende a ser holístico y caótico, y es justamente en este constructo donde se sustenta la filosofía jokeriana: se trata pues de refutar lo que está aparentemente aceptado. Esto hace claudicar las peanas del pensamiento pragmático creando un estado de anarquía ya que no hay sustentáculo que pueda considerarse como punto de partida. Cuando Andrés en el diálogo con Iturrioz insinúa una esterilidad emocional en la existencia, se refiere justamente a esa pérdida de brújula intelectual propia del existencialismo filosófico. Para Andrés (y en este escrito, para los educandos) la autonomía intelectual debe prevalecer como régimen de búsqueda individual de la verdad y de la concepción cosmológica: “Yo busco una filosofía que sea primeramente una cosmogonía, una hipótesis racional de la formación del mundo; después, una explicación biológica del origen de la vida y del hombre…” afirmaba en su disputa.
Por cierto que para Sócrates, el gran filósofo de la antigüedad, esta postura era la más lógica y consentida en su alegoría “el verdadero conocimiento viene de adentro.”

            Es ciertamente esperable la secesión al pensamiento libre y pro-anarquista con argumentaciones sensatas: la cimentación es necesaria para la edificación humana y ello resulta corrientemente como señala Iturrioz al inicio de la conversación en un embrutecimiento metódico que sin embargo termina alcanzando un fin mercantil. Ante la indefensión lógica de tal actitud y la evasión a la querella queda ese bello plan idealista espetado por Andrés: “Me llevará a saber, a conocer. ¿Hay placer más grande que éste?

            Voltaire, en sus “Cartas Inglesas” publicadas en 1734 afirma valientemente: “Dividid el género humano en veinte partes; diecinueve están compuestas de los que trabajan con sus manos, que nunca sabrán que hay un Locke en el mundo; en la veinteava parte restante, ¡qué difícil es encontrar hombres que lean! Y entre los que leen, hay veinte que leen novelas contra uno que lee filosofía. El número de los que piensan es excesivamente pequeño y ésos no se preocupan de turbar al mundo.”

            Este ensayo hace ulteriormente una ardid solicitud de emancipación en las imaginaciones frescas proporcionadas a los discípulos actuales, a fin de acrecentar esa aproximativa relación graficada por Voltaire: no se trata vilmente de turbar al mundo, pero sí de turbar al pensamiento; esencialmente el caos que se genera de la polifragmentación del raciocinio es más ecuánime. “El caos es más justo” dice el Joker.

            Más libertad y menos sectarismo.

            ¿Por qué tan serios?



*Filosofía jokeriana: Se refiere a la síntesis anarquista ejecutada por el Joker (como agente del caos), personaje interpretado por el desaparecido actor Heat Ledger en la cinta del director Christopher Nolan, Batman: The Dark Knight.