miércoles, 12 de noviembre de 2014

El origen de la filofobia.





De las páginas enmohecidas de un viejo cuaderno olvidado que pertenecía a un escritor inédito, melancólico y hasta disoluto en el anonimato, leí una vez:


El amor es un ideal intransferible, inefable, etéreo que nace de la nada como cuando chocan por destino las corrientes de aire caliente con las de aire frío y se convierten en un peligroso tornado.

El amor es universal, unilateral, independiente, autosustentable como una pequeña creación que se va haciendo fuerte y por descuido se convierte repente en algo indestructible y capaz de perdurar en el tiempo, hasta ser capaz de vencer el carácter efímero humano. 

El amor sustituye al egoísmo por entrega, por sacrificio y en la mayoría de los casos por idiotez; como bien podría suponerse, nadie está preparado para manejar un alma compartida con otro individuo que hasta cierto momento de su propia biografía le era desconocido.


Desde entonces me da miedo amar…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario