jueves, 26 de marzo de 2015

Fórmula.



Llámame a tu antojo.
Líbrame de vez en cuando de esta inmanencia necia.
Sobredosifícame de ti. Sin temor a las secuelas.
Evapórate entre la aglomeración. Sé que sabes desaparecer.
Me gusta saber que soy tu ad hoc, nos necesitamos a ratos con arrojos volcánicos y después no somos nada.
Juguemos a no ser para constreñir nuestra impaciencia.
No satures nunca mi hambre de ti. Lúceme tu independencia, es el vestido que mejor le queda puesto a tu desnudez.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario